ESTUDIO EN JAP�N
La comida muy salada duplica el riesgo de c�ncer de est�mago
MAR�A VALERIO
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Entrada a un restaurante japon�s de comida r�pida (AP)
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Que comer mucha sal es malo ya lo sab�amos. Pero ahora, al coraz�n, la hipertensi�n o los accidentes cerebrovasculares viene a sumarse adem�s el c�ncer de est�mago. Seg�n se desprende de una investigaci�n del Instituto Nacional de Investigaci�n Oncol�gica de Kashiwa, cerca de Tokio (Jap�n), el exceso de este condimento en las comidas puede llegar a duplicar el riesgo de padecer c�ncer de est�mago.
Despu�s de comparar durante once a�os los h�bitos alimenticios de m�s de 40.000 ciudadanos nipones, los expertos consideran que los 'peligros' de su dieta, rica en pescado salado o en conserva y verduras en escabeche, deber�an controlarse para reducir estos factores de riesgo que pueden aumentar la incidencia de esta patolog�a, el tipo de tumor m�s frecuentes entre los japoneses.
Esta investigaci�n, publicada en las p�ginas de la revista 'British Journal of Cancer', advierte del riesgo de desarrollar un tumor estomacal entre aquellas personas que consumen m�s de 4 gramos diarios de sal. Un peligro que se multiplicaba dr�sticamente entre quienes superaban los niveles considerados actualmente como 'id�neos' por las autoridades y que se sit�an en 9 mg.
Las cifras que ellos aprtan indican concretamente que, si el riesgo de padecer esta enfermedad se sit�a en uno por cada 1.000 varones al a�o entre consumidores de bajo nivel, esta cifra se eleva hasta uno por 500 entre quienes m�s cantidad de este condimento a�aden a su dieta. En el caso de las mujeres, las diferencias oscilan de una por cada 2.000 en el extremo m�s positivo hasta una por cada 1.300 en los niveles de consumo de sal m�s altos.
Seg�n concluyen los investigadores, la comida salada podr�a favorecer la aparici�n de infecci�n por Helicobacter pylori, un germen cuya acci�n est� relacionada con una mayor incidencia del c�ncer g�strico. De hecho, el riesgo de padecer un tumor de este tipo es entre dos y seis veces superior entre aquellos sujetos infectados, pese a que no todas las personas que tienen el germen desarrollan c�ncer.
Un tumor frecuente y mortal
Los investigadores japoneses, encabezados por Shoichiro Tsugane, entrevistaron a m�s de 38.000 personas (18.000 varones y 20.000 mujeres aproximadamente) residentes en cuatro regiones japonesas diferentes. En palabras del investigador que dirigi� el trabajo, "el g�strico sigue siendo el principal tipo de tumor entre los japoneses", un hecho que atribuye no s�lo al exceso de sal en las comidas sino tambi�n a la falta de frutas y verduras en su dieta. A pesar de ello, admite, se est� apreciendo una tendencia a la baja.
En opini�n de Tim Cay, un experto brit�nico en c�ncer, cuyas palabras recoge el diario 'The Guardian', es dif�cil saber si la alta incidencia de los tumores estomacales en esta poblaci�n se debe exclusivamente a la sal o existen otros compuestos qu�micos que podr�an estar relacionados a su vez con el c�ncer. "En pa�ses occidentales como Gran Breta�a, las tasas de c�ncer g�strico son mucho menores que en Jap�n, tal vez porque los niveles de sal en las comidas son inferiores".
�ste es el cuarto tipo de c�ncer m�s frecuente en todo el mundo, aunque asciende hasta el segundo puesto cuando nos referimos a tasas de mortalidad. S�lo en Jap�n se diagnosticaron 100.000 nuevos casos en el a�o 1996, y, seg�n cifras m�s recientes, 50.000 personas fallecieron por este motivo en el 2000. La preocupaci�n por el efecto de las comidas saladas ya se reflej� el a�o pasado en un informe de la Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS), en cuyas conclusiones se aseguraba: "Los alimentos en salaz�n o demasiado condimentados incrementan el riesgo de c�ncer g�strico". Por todo ello, y por las m�s de 700.000 muertes anuales que esta enfermedad provoca en todo el mundo, la b�squeda de un modo de prevenci�n efectivo se ha convertido en una prioridad para las autoridades sanitarias.
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